Preparados los bocatas hemos salido a la puerta de la escuela para coger las bicicletas. Y Pedaleando hemos llegado al Castillo de Oporov, lo hemos visitado y hemos hecho un pic-nic.
Una vez acabado el
bocata, hemos empezado a analizar el agua que habíamos traído de nuestro río
Jerte(¡afortunadamente nuestros botecitos llegaron sanos y salvos!). La verdad
es que el resultado de nuestros análisis fue un tanto desalentador. ¡El agua está llena de
fertilizantes!
Por la tarde, nos han venido a
recoger sobre las 6 y nos han llevado a una Sociedad de Cazadores donde
estuvimos preparando los platos tradicionales de los diferentes países. Nos
hemos organizado en dos grupos y a nosotros nos ha tocado trabajar con los
Eslovacos, compartiendo recetas y cocinando juntos.
El primer bombazo lo hemos dado
con los mandiles, que han tenido una buenísima aceptación.
Y ya metidos en
faena hemos hecho la tortilla y unas torrijas porque quedaba un poco escaso el menú. El
éxito, rotundo. Y por si quieren seguir practicando, les hemos dado los
trípticos que habíamos elaborado con alguna receta más.
Después hemos degustado platos que habían preparado las familias de los estudiantes polacos.¡Todo un festín!
Y como recuerdo de esta actividad
nos han entregaron un llavero y un diploma. De cualquier manera, no olvidaremos fácilmente esta cena y este trabajo en equipo. ¡Ha sido una excelente experiencia!
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